CLASIFICACIÓN DEL PODER ENERGÉTICO DE LOS ALIMENTOS SEGÚN LA FILOSOFÍA ORIENTAL.

La filosofía oriental considera los seres inseparables de su medio, la tierra y el cielo. El cielo hace caer energía electromagnética sobre la tierra en forma de rayos Solares y de otras radiaciones estelares y planetarias; ésta energía descendente aprieta las cosas sobre la tierra, produciendo efectos contractivos. A su vez la tierra, que se comporta como un gigantesco imán, en su movimiento genera un campo electromagnético que impregna todo lo que sobre ella habita, su fuerza va de dentro hacia fuera, produciendo efectos expansivos.

Estamos sobre la tierra y actuamos a modo de antenas para recoger las fuerzas electromagnéticas del cielo y la tierra que cargan nuestro cuerpo de energía vital (el Ki de los japoneses o el Chi chino).

En el Nei Jing – So Wen, el libro del emperador amarillo de la antigua china (2697-2595 a. de C.), se clasifican como Yang las funciones en las que predominan las fuerzas celestes (descendentes o centrípetas), y como Yin aquellas en las que predominan las fuerzas terrestres (ascendentes o centrífugas).

UNA CLASIFICACIÓN PRÁCTICA DE CONTRAPUESTOS.

En toda sustancia material hay un equilibrio entre las fuerzas que mantienen unidas a sus partículas (fuerzas contractivas) y las que hacen que se repelan (fuerzas expansivas). Aquellas sustancias en las que predominan las fuerzas contractivas las llamaremos estructuras yan y aquellas en las que predominan las expansivas, les llamaremos estructuras yin.

ESTRUCTURAS YAN                           

  • Densas
  • Pesadas                                                     
  • Contraídas
  • Cortas                                                         
  • Pequeñas                                                   
  • Interiores   a

ESTRUCTURAS YIN                           

  • Poco densa
  • Ligeras
  • Expandidas
  • Largas
  • Grandes
  • Exteriores

Si comemos demasiados alimentos de estructura yan, nos volveremos rígidos (estructura yan), y si comemos demasiados alimentos de estructura yin nos volveremos flojos (estructura yin). Si comemos equilibrado, no estaremos ni muy flojos ni muy rígidos, estaremos elásticos y podemos adaptarnos a los cambios continuos que ocurren en ese fluir de la energía que es la Vida. Sin embargo, si comemos alimentos de los dos extremos, unos muy contractivos y otros muy expansivos, será muy difícil mantener el equilibrio; lo más probable es que algunas de nuestras estructuras se rompan y otras se descompongan.

Hay otros muchos aspectos de nuestro mundo que: no son materiales, por ejemplo el frío y el calor o la actividad y la pasividad. Para clasificar estos aspectos no materiales utilizaremos un criterio cinético, la percepción de más o menos movimiento. A las funciones que percibimos vibrando con intensidad acelerada las llamaremos yan y a las ralentizadas yin.

FUNCIONES YANG                           

  • Calor
  • Aceleración  
  •  Actividad
  • Ritmo rápido
  • Vibración fuerte
  • Simpático

FUNCIONES YIN                           

  • Frío
  • Ralentización
  • Pasividad
  • Ritmo lento
  • Vibración débil
  • Parasimpático

Todos sabemos que el calor dilata a los cuerpos y el frío los contrae. Es decir, las funciones yan producen expansión en cualquier estructura y las funcione yin producen contracción en cualquier estructura.

Por eso, en los climas fríos (función yin) se dan verduras de raíz (estructura yan) y en los climas cálidos (función yang) se dan verduras de hoja (estructura yin).

ASPECTOS ENERGÉTICOS DE LA ALIMENTACIÓN.

Consumiendo alimentos animales se produce un efecto de contracción en el cuerpo; nuestro nivel de azúcar en la sangre, por ejemplo, tiende a disminuir más fácilmente. Los órganos internos se contraen, se hacen más cerrados; la piel se seca con más facilidad y tendemos a sentirnos más duros y menos flexibles. En lo referente a la conducta, nos hacemos más focalizadores, testarudos, agresivos y con más preocupación por el mundo material y las circunstancias inmediatas.

Contrariamente, una dieta vegetariana actuaría suavizando nuestro cuerpo y haciendo nuestra mente más tranquila, calmada y pacífica. Una dieta compuesta por alimentos como frutas, azúcar, leche y frecuentes ensaladas crudas hacen que nuestros órganos se desarrollen débiles e inactivos, el nivel de azúcar de la sangre tiende a crecer demasiado, los tejidos y músculos pierden tono y podemos llegar a ser más propensos a las infecciones. Nuestro comportamiento tenderá a ser más pasivo y tímido, seremos más desorganizados, carentes de disciplina y con mayor preocupación por los mundos espirituales, psicológicos y más lejanos, teóricos o abstractos.

En términos de salud humana deberíamos buscar de una forma natural el equilibrio dinámico entre los alimentos más contractivos y los más expansivos. En la práctica es lo que hacemos cuando tomamos una cerveza después de comer algo salado (la sal es poderosamente contractiva, mientras que el alcohol es fuertemente expansivo). Lo mismo sucede cuando tomamos filete y helado, huevo y zumo, o queso y vino.

Sin embargo, una dieta basada en tales extremos para alcanzar el equilibrio, produce unas fluctuaciones muy grandes en nuestro metabolismo, y esto es un verdadero peaje en donde nuestra salud tiene que detenerse.

CLASIFICACION DE LOS ALIMENTOS

Para realizar la clasificación de los alimentos tendremos en cuenta fundamentalmente el efecto expansivo y de enfriamiento (yin) o contractivo y de calentamiento (yan) que producen en el organismo humano. Estos términos son metafóricos, lo más importante es ver que son opuestos. Por ejemplo, si tengo un dolor de cabeza por haber tomado alcohol (expansivo) se me quitará mejor tomando un alimento salado (contractivo) que uno dulce (expansivo). El carácter expansivo o contractivo es siempre RELATIVO, es decir, no hay nada absolutamente expansivo o contractivo, pero si hay alimentación que producen más expansión que otros.

Podríamos hacer una clasificación basada en la experiencia, pero ésta es una labor de “chinos”, ya que habría que estudiar por separado el efecto de cada alimento. Este es un trabajo que hicieron los antiguos orientales y que se han ido transmitiendo de generación en generación.

El efecto expansivo o contractivo de un alimento depende de su energía vital. Si en su energía vital predominan las características expansivas, producirá expansión; y si en su energía vital predominan las características contractivas, producirá contracción. Por lo general, los alimentos  expansivos enfrían y los contractivos calientan.

Los alimentos más expansivos (Yin) de los que no deberíamos abusar son: las drogas, el alcohol y, en menor grado, los helados, el azúcar, la miel, la fructosa, las bebidas frías, las frutas y los zumos tropicales y semitropicales. Su ingestión hace sentirnos dispersos, deprimidos y sin energía.

Los alimentos más contractivos (Yan) y que también deberíamos controlar son: la sal, los huevos, los embutidos, los quesos curados y las carnes rojas. Su ingestión nos hace propensos a la agresividad, al mal humor y a la rigidez física y mental.

CARACTERÍSTICAS PARA LA CLASIFICACIÓN DE LOS VEGETALES

Para clasificar los alimentos de acuerdo con su carácter expansivo (yin) o contractivo (yan) hay que tener en cuenta alguno de los siguientes aspectos:

  • Contenido en agua, densidad: cuanto más compactos, más contractivos.
  • Lugar (latitud y clima) donde se producen: si crecen al norte son más contractivos que si crecen al sur.
  • Período de crecimiento: si crecen en épocas frías son más contractivos que si  lo hacen en épocas calientes.
  • Velocidad de crecimiento: los que crecen muy rápido son más expansivos.
  • Color: los colores de energía más alta, mayor frecuencia (violeta, morado, azul…) Son más expansivos que los de menor frecuencia, menor energía (rojo, marrón…)
  • Olor: cuanto más penetrante sea el olor, más expansivo (todo lo que se escapa, es producto de una expansión).
  • Dimensiones: las formas más grandes son las más expansivas.
  • Tipo de crecimiento (raíz, en el suelo, sobre el suelo…) todo lo que crece bajo tierra es más contractivo que lo que crece sobre tierra.
  • Composición química (minerales, proteínas, vitaminas…): En los alimentos vegetales expansivos predominan las vitaminas, y en los contractivos, los minerales. Los minerales forman parte de la tierra, y las vitaminas se producen en los vegetales gracias al sol.
  • Relación sodio-potasio y magnesio-potasio : los alimentos con una proporción alta en potasio en relación con el sodio y el magnesio producen un efecto dilatador en las células del individuo que nos ingiere. La patata, el pimiento, el tomate, la berenjena y las frutas tropicales grupo son alimentos muy expansivos ya que tienen una relación sodio/ potasio y magnesio/potasio muy baja, o sea, su contenido relativo en potasio es alto.
  • Período de conservación: los alimentos vegetales que se pueden almacenar, son más contractivos que los perecederos. La descomposición es un proceso expansivo.

CLASIFICACIÓN GENERAL DE LOS ALIMENTOS.

Los alimentos que a continuación se citan están clasificados comparativamente de más expansivo a más contractivo utilizando los aspectos expuestos en el apartado anterior.

EXTREMO EXPANSIVO.

  • Las drogas y la mayor parte de los      medicamentos.
  • Los productos químicos: conservantes,  colorantes, insecticidas…
  • Las bebidas alcohólicas: licores, vinos,  cervezas.
  • Los complementos vitamínicos,  especialmente los hidrosolubles.
  • El azúcar refinado.
  • Edulcorantes: miel, melazas.
  • Jalea real y polen.
  • Bebidas aromáticas y estimulantes: té,  café, menta…
  • Especias: pimienta, mostaza, curry, nuez  moscada…
  • Jugos de frutas.
  • Aceites.
  • Frutas tropicales: papayas, mangos,    bananas, piñas…
  • Frutas de zonas templadas: cerezas, bayas,  melones…
  • Leche y nata.
  • Frutas oleaginosas: nueces, almendras,  cacahuetes…
  • Vegetales de origen primitivo y tropical:  levaduras, hongos, champiñones,  espárragos, patatas, tomate, berenjenas…
  • Germinados.

ZONA DE EQUILIBRIO.

  • Verduras de hoja.
  •  Legumbres redondos: cebolla, repollo, calabaza…
  •  Legumbres de raíz: nabo, zanahoria…
  •  Algas.
  •  Semillas oleaginosas: sésamo, pipas de girasol o calabaza…
  •  Leguminosas de las zonas más calientes.
  •  Leguminosas de las zonas más frías: lentejas, garbanzos.
  •  CEREALES.
  •  Crustáceos primitivos.
  •  Pescados de agua dulce.
  •  Pescados de agua salada.
  •  Reptiles.
  •  Aves.

EXTREMO CONTRACTIVO

  •  Quesos curados.
  •  Mamíferos.
  •  Huevos y caviar.
  •  Tamari o salsa de soja. Miso o pasta de soja fermentada.
  •  Sal.

ALIMENTOS CALORÍFICOS Y ALIMENTOS REFRESCANTES

En General, los alimentos contractivos (yang), mantienen el calor interno, impidiendo que se pierda, por lo tanto son caloríficos.

Los alimentos expansivos (yin), dispersan el calor, por lo que son refrescantes. Cuando hace calor y estamos muy dilatados, necesitamos tomar alimentos o bebidas frías, para producir una contracción brusca y sentirnos mejor.

Cuando tenemos fiebre (calor interno) no deberíamos tomar alimentos muy caloríficos como carnes, fritos, muchos hidratos de carbono… Lo mejor sería ayunar.

El efecto de las especies picantes, como el curry, la pimienta y la guindilla es ardiente en un primer momento, ya que dilatan los  capilares externos, precipitando la sangre a la superficie de la piel, provocando sudoración. Cuando el sudor se evapora, el efecto es refrescante.

Por exceso de sal y de yang en General, se siente primero frío y luego calor.

Por exceso de azúcar y de yin en General, se siente primero calor y luego frío.

EL PODER REFRESCANTE DE LAS FRUTAS

Las frutas son ideales para las épocas calurosas, después de tomar el sol o haber hecho ejercicio. Sin embargo para poder beneficiarse de ellas hay que conocer las un poco más.

Algunas personas, las más débiles (las más yin), cuando comen  frutas en exceso (y para algunos el exceso es sólo un poco), no son capaces de eliminar los ácidos orgánicos que contienen. Las cistitis, la disminución de la memoria, la falta de resistencia al frío son algunas de las dolencias que mejoran cuando se suprimen o reducen las frutas de la dieta.

Cocerlas o asarlas (manzanas y peras), puede ser una solución. Cuando las frutas se hacen en compota o se asan pierden algunos de estos ácidos volátiles, se yanguizan, y son mucho más equilibradoras.

Los gases y las malas digestiones también agradecen su ausencia de las comidas. Cuando se ingieren frutas con otros alimentos de digestión más lenta, pueden fermentar en los intestinos, sobre todo las que tienen más concentración de azúcares. Lo mejor es comerlas solas.

Cuidado con las naranjas, son hipersecretoras biliares, y pueden hacer pasar un mal rato a los que tengan padecimientos hepáticos-biliares.

Manzanas, peras y castañas secas en el invierno. Manzanas, peras, castañas y granadas en el otoño. Uvas al final del verano. Sandías, peras, melocotones y ciruelas en el verano. Cerezas en la primavera etc. Siempre en cantidades moderadas y si nuestro cuerpo lo permite.

MODIFICACIÓN EN LA COCCIÓN DEL ALIMENTO.

En General, cuanto más tiempo de cocción y más temperatura, más aumenta el poder contractivo del alimento. La sal utilizada en la cocción de los alimentos expulsa el agua de las células por lo que también contrae.

De menos a más contractiva:   . Crudos.  . Al vapor.  Escaldados.   Hervidos. Hervidos a presión. Salteados. Estofados. Fritos. Horneados.

LOS ALIMENTOS EXTREMOS EN EXCESO.

Según la filosofía oriental: en el extremo del desarrollo, yin produce yang y yang produce yin. Esta ley también se cumple con los alimentos.

Cuando de una manera continuada se ingieren alimentos muy expansivos (enfriadores), con el tiempo, el organismo adquiere una condición contractiva. Cuando de una manera continuada se ingerir alimentos de polaridad contractiva (calentadores), con el tiempo, el organismo adquiere una condición expansiva.

Los alimentos expansivos se equilibran con los contractivos, pero si se trata de alimentos extremos el organismo pasa factura y aparecerán problemas por exceso de ambos.

El exceso de alimentos expansivos daña más a las vísceras y el exceso de alimentos contractivos daña más a los órganos.

Los órganos (riñones, hígado, corazón, bazo y páncreas, pulmones) son compactos y para su correcto funcionamiento necesitan expandirse, mientras que las vísceras (vejiga, vesícula biliar, intestino delgado, estómago, intestino grueso) son formas huecas (expandidas), y para su correcto funcionamiento necesitan contraerse, para luego volver a su situación inicial y repetir continuamente es vaivén que la naturaleza le ha impuesto.

La información que publicamos en nuestro Blog es de la bibliografía que usamos para el desarrollo del software SowenPoint.

Bibliografía:

  • Entre el cielo y la tierra. (Harriet Beinfield, Efrem Korngold).
  • El Equilibrio a través de la alimentación. (Olga Cuevas Fernández).
  • Los secretos eternos de la salud. (Andreas Moritz).
  • Salud Holística con la Macrobiótica.(Michio Kushi con Eduard Esko).
  • Fundamentos de Bioenergética. (Carlos Nogueira Pérez).
  • Tratado de sanación en el arte del soplo. (José luis Padilla Corral).
  • El gran libro de la medicina china. (Li Ping).